¿Hacia dónde va la psicología del deporte?
(Reflexiones sobre XVI Congreso Nacional de Zaragoza I)
El pasado mes de marzo se celebró en Zaragoza el XVI Congreso de la Actividad Física y el Deporte. En los congresos precedentes, reconozco que me había “limitado” a presentar mis propios trabajos y a escuchar a compañer@s psicólog@s presentar los suyos (pongo limitado entre comillas porque tod@s l@s que hemos presentado alguna vez en un congreso somos conscientes del trabajo y la preparación que supone). Sin embargo, este año enfoqué el congreso de una forma más reflexiva y me gustaría compartiros algunas de mis ideas.
Para dejar claros los distintos temas, os voy a presentar mis pensamientos en dos entradas de blog distintas. En la que os compartiré la próxima semana, os explicaré las comunicaciones que presentamos en el congreso y os expondré algunas de las ideas clave que explicaron l@s psicólog@s de referencia en nuestro campo. En la otra entrada, la que hoy nos ocupa, me gustaría compartiros algunas de mis reflexiones sobre el estado de la psicología del deporte en el contexto español, desarrolladas a partir de lo visto en el Congreso. Para hacerlo, y para no pecar de excesiva subjetividad, me he basado en los datos del propio congreso. Es decir, en el recuento de sus comunicaciones y de mesas temáticas. Así que… ¿Hacia dónde va la psicología del deporte?

La psicología del deporte es un campo amplio
Me sorprende que en algunos contextos (o incluso en algunos países) se tenga la concepción de que la psicología es únicamente útil en el deporte de alto rendimiento. Creo que es necesario reivindicar, tal y como quedó claro en el congreso, que debe integrarse los distintos niveles competitivos, ya sea el deporte formativo, la tecnificación o el deporte recreativo de personas adultas. Asimismo, es también de mucha utilidad en la Educación física, los e-sports (que contaban con una mesa temática específica en el congreso), u otras actividades de rendimiento, como los Castells.
Por otro lado, en los últimos tiempos varios psicólog@s del deporte (entre l@s que me incluyo) nos hemos abierto paso en los campos de la actividad física, la salud y los hábitos saludables, donde nuestra figura puede ser de mucha utilidad. Consecuentemente con este hecho, en el congreso había un 14% de comunicaciones enfocadas a estos contextos. Mi sensación es que este número se mantendrá o incluso se incrementará en el futuro.
El coaching ha venido para quedarse
Nos puede gustar mucho, poco o nada, pero está claro que el coaching se ha hecho un hueco en la psicología del deporte (es más, creo que sería justo decir que en el congreso exhibió músculo, dado que contaba con una mesa temática específica). Negarnos a esta evidencia creo que sería contraproducente. En lugar de defender lo bueno o lo malo que es el coaching (según el punto de vista de cada un@), creo que nuestra tarea como psicólog@s del deporte es pensar y exigir cómo debe ser el coaching que aceptamos como posible enfoque dentro de nuestro campo de trabajo. Tengo varias ideas sobre esto, pero os lanzo una primera: es necesario que las herramientas que se utilicen estén avaladas por la evidencia científica. Seguro que much@s de vosotr@s tenéis opiniones complementarias y estaré encantado de escucharlas.
El fútbol es el deporte rey
Sea por el mayor número de jugador@s, sea por el mayor presupuesto económico o porque a la gente sencillamente le gusta más, está claro que el fútbol es el deporte que más moviliza a l@s psicólog@s del deporte. Casi un 19% de las comunicaciones (una barbaridad si tenemos en cuenta que estamos considerando todas las comunicaciones del congreso) se enfocaron específicamente en el fútbol. De hecho, una de las mesas temáticas era directamente “Psicología y Fútbol”. Mi duda al respecto es si, del mismo modo, el 20% de l@s psicólog@s del deporte trabajan o investigan gracias a la financiación proveniente del fútbol. Sin tener datos en la mano, mi sensación es que esto no es así, lo cual nos debería llevar a una reflexión como colectivo.
¿La carrera dual todavía no es una prioridad en el contexto español?
En el contexto de la Unión Europea, ya hace años que se están destinando recursos a desarrollar carreras duales saludables (aquellas en que l@s deportistas compaginan el deporte de alto rendimiento con una actividad académico-vocacional). Asimismo, varios clubes y centros deportivos importantes, así como diversas universidades de renombre, están enfocando sus esfuerzos en esta dirección. Sin embargo, esta tendencia no se ha trasladado al congreso, dado que menos de un 4% de las comunicaciones estuvieron enfocadas a esta temática. Paradójicamente, ninguna de las comunicaciones sobre fútbol (deporte que cuenta con los mayores recursos humanos y económicos) estuvo enfocada a la carrera dual de l@s jugador@s. Mi sensación es que, de una forma u otra, la tendencia europea terminará llegando.
La necesidad de contar con intervenciones basadas en la evidencia
Por último, pero no menos importante, me gustaría destacar la necesidad de contar con programas de intervención desarrollados a partir de la evidencia científica. Sobre este punto, en el congreso hubo una mesa temática específica en la que tuve la suerte de participar (coordinada por el Dr. Yago Ramis, @YagoRamisUAB), pero esto os la contaré con más detalle en la próxima entrada. Sí os quiero avanzar que coincido con otr@s compañer@s en la necesidad de tener el máximo rigor científico en nuestro trabajo, al mismo tiempo que incorporamos el punto de vista de la población con la que trabajemos (deportistas, entrenador@s, familias, árbitros…). Estos dos enfoques complementarios darán la calidad necesaria a nuestra tarea.
Mi conclusión, después de este pequeño análisis, es que la psicología del deporte en el contexto español se dirige hacia muchos destinos a la vez: La psicología está cada vez más integrada en el deporte y se está abriendo camino, paso a paso, en otros campos afines. Sin embargo, el reto que se nos plantea es saber encontrar el mejor medio de transporte para llegar a estos destinos. Según mi punto de vista, la honestidad, el correcto manejo de los tiempos y, sobre todo, el rigor científico son los que nos permitirán llegar sanos y salvos. De la calidad que brindemos como profesionales y de la metodología que utilicemos dependerá, en gran parte, nuestro futuro como ciencia aplicada en el mundo del deporte.
– Saül